Sentarme hoy delante de éste teclado para escribir sobre la muerte del “pelado” De Castro no es nada fácil.
En estos momentos fluyen en mi mente cientos de recuerdos, no sólo de partidos disputados, sino de esas anécdotas que sólo pueden tener los hinchas de cuadros menores en conjunción con sus ídolos.
Recuerdo su debut hace 15 años en el 2000. Miramar Misiones estaba en una situación económica complicada. En el 2001 se formó un gran grupo, liderados por Roland Marcenaro. Se hizo una gran apertura, sin embargo en el clausura no se repitió, ante la ida de Ricardo Varela al Eibar y otros futbolistas que no repitieron.
Sin embargo en el 2002 Miramar Misiones con el gerenciamiento de Talarico, con la base del año anterior y 4 refuerzos logró el ascenso como vice campeón.
Fue una linda época, donde con los de siempre íbamos cancha a cancha a alentar al “monito”. La bandera que Mauro De Simone había realizado sintetizaba el sentir de los hinchas “Rafa y Pelado, idolos cebritas”, por Rafael Bermúdez y Carlos De Castro.
La lluvia torrencial en el Fossa, las pedradas que recibimos en el Parque Huracán, las finales con Sud América, son parte de aquella campaña como hinchas.
El “pelado” estuvo en esa “foto” y se dió el gusto de llegar a jugar en el Centenario contra los dos grandes obteniendo siempre altísimos rendimientos.
Pero además el pelado vivía a pocas cuadras de mi domicilio. Los sábados era un hecho encontramelo en la feria de Barrios Amorín. Allí “charlábamos” de fútbol y del rival que se venía el domingo.
Recuerdo un día que Miramar Misiones jugaba contra un grande el domingo y el 9 de ese equipo venía “salado” convirtiendo en todos los partidos.
Me mostró su preocupación y le dije “tranqui pelado que a vos los “famosos goleadores” no te han “clavado” todavia”… Después le dí un consejo de simple atrevido “fijate que siempre recibe de poste la toma con la derecha y siempre engancha hacia la izquierda que es su pierna hábil”…
Ese domingo el “Pelado” fue figura y el “9 famoso” casi ni se vió.
Carlos también mostraba su preocupación porque en Uruguay sólo había jugado en Miramar Misiones y no había hecho una diferencia económica. Siempre hablaba de su familia y que quería triunfar para darle un mejor porvenir. Por eso es que cuando en el 2006 se fue al fútbol chileno, para mi fue una gran alegria. De allí viajó a Bolivia, a Grecia, a Venezuela, Guatemala, Perú y nuevamente a Venezuela.
Hace días atrás en un repaso de goles de compatriotas en el exterior, apareció un gol de Carlos. Esa fue la última imágen que tuve de él.
Sin dudas que con Carlos se va un gran jugador que en Uruguay sólo vistió nuestra camiseta, siempre dejando todo por el club de sus amores, aún en momentos muy difíciles; pero uno tiene que aquilatar que en uno de los equipos grandes de Venezuela, el querido “pelado” era su capitán e idolo.
En estas horas luego del fallecimiento, creo que todos tomamos la verdadera dimensión de la imágen que había dejado el pelado en Venezuela. No solo la gente de Estudiantes de Mérida, sino también sus rivales el Deportivo Táchira, el club Caracas y personalidades del fútbol “vino tinto” hicieron llegar sus condolencias a la familia de Carlos y los clubes que supo defender.
No me quiero retirar del teclado con lágrimas, simplemente volcar un grito que sale de adentro, HASTA SIEMPRE CAPITAN !!!
Fernando Sinsolo